9 tipos de personalidades
Existen 9 tipos de personalidades que se relacionan con los siete pecados tradicionales: la ira, la soberbia, la envidia, la avaricia, la gula, la lujuria y la pereza. A éstos se suman dos más: la vanidad y el miedo. Pero los pecados capitales que van a aparecer como fijación del Yo se aplican no en un sentido literal, sino más bien espiritual. Es decir:
• La ira, que tiene que ver con el tipo 1 de personalidad (el perfeccionista), no es la ira en sí, sino más bien el resentimiento que se genera al reprimirla. Las personas de tipo 1 son, entonces, superyoicos, y respetan demasiado el «deber ser». Su mecanismo de defensa es la represión: son muy correctos, pero no toleran los errores de los demás, viven criticando todo, se frustran mucho y reprimen su ira al vivir en este mundo imperfecto, que nunca los satisface.
• La soberbia u orgullo, que tiene que ver con el tipo 2 (el solidario), señala a personas que viven ayudando a los demás y se creen imprescindibles. Su mecanismo de defensa es la represión de sus necesidades: se hacen dependientes de las demandas de los otros, pero no atienden las suyas propias. Por eso, si no se reconocen sus esfuerzos, viven reclamando atención.
• La vanidad, que tiene que ver con el tipo 3 (el exitoso), indica individuos que son solamente una máscara exterior y no cultivan su interioridad. Su mecanismo de defensa es la identificación: su amor propio tiene que ver con mostrar a los demás cuan perfectos son, creándose así una falsa identidad. No son personas auténticas, sino que todo en ellas pasa por el exterior.
• La envidia, que tiene que ver con el tipo 4 (el trágico romántico), surge de estar siempre fijado en el punto de vista negativo de la falta o la pérdida, de estar siempre comparando lo que los demás tienen y nosotros no, sin valorar todo lo que, de hecho, poseemos. Su mecanismo de defensa es la introyección y el dramatismo: son personas que se quejan siempre por lo perdido en el pasado.
• La avaricia, que tiene que ver con el tipo 5 (el observador), significa el perseverarse y tratar de prescindir de todo y de todos, para tener así un espacio donde quedarse en su mundo de conocimiento y fantasía: su mecanismo de defensa es el aislamiento, y por lo tanto a estas personas les cuesta dar, pero por sobre todo, compartir.
• El miedo, que tiene que ver con el tipo 6 (el leal), nos remite a una actitud de gran inseguridad en todo, a una gran desconfianza que no nos permite avanzar. Su mecanismo de defensa es la proyección de los propios miedos en los otros. Son individuos que creen en teorías, leyes y autoridades, pero no en los demás.
• La gula, que tiene que ver con el tipo 7 (el optimista), serefiere al querer disfrutar de todo lo bueno de la vida, pero sin medida, sin sobriedad. Esto lleva a vivir experimentado para la búsqueda del propio placer, sin pensar en las consecuencias. Su mecanismo de defensa en la planificación, la postergación de hacer las cosas bien en el futuro.
• La lujuria, que tiene que ver con el tipo 8 (el jefe, el líder), se vincula al deseo de control y dominio sobre los demás. Son personas que han sido humilladas mucho de pequeñas, y han jurado que nadie jamás volvería a hacerlo, por lo que intentan siempre de humillar y no ser humillados, de controlar y no ser controlados. Su mecanismo de defensa es la negación («haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago»).
• La pereza, que tiene que ver con el tipo 9 (el pacificador), se remite a una indolencia, a un dejarse afectar por la vida. Son personas que tratan de vivir siempre en armonía, evitando cualquier conflicto, relegándose si es necesario. Tiene que ver con una pereza psicológica: su mecanismo de defensa en la evasión.